TITO LIVIO "Historia de Roma"
La historia de la Roma arcaica y antigua tiene en Tito Livio quizás el más clásico de los autores y es además, también el más clásico de esos historiadores antiguos que logran que su obra resulte para su pueblo, una epopeya nacional. Pero desde el punto de vista histórico las epopeyas nacionales no siempre aportan todo aquello que se espera de la historia, incluso sin la pretensión de plena objetividad.
Tito Livio nació en Padua entre el 64 y el 59 a C y murió en el 17 d C su origen no es aristocrático pero de familia pudiente y emparentada con la familia Druso. Fue profesor de los hijos del general romano Nerón Claudio Druso, el Germánico de los cuales uno de ellos, fue el futuro emperador Claudio que gobernó en nuestra era desde el 41 hasta su muerte en el 54. No hay duda de sus buenas relaciones incluso con la familia del emperador.
Augusto apreciaba y respetaba a Tito Livio por cuanto su obra resaltaba las virtudes del pueblo romano a través de su historia —que no eran las actuales y que el emperador se empeñaba en reconquistar, actitud rayana en la ingenuidad— quizás por esto fue el único historiador de la época que contaba con el patrocinio imperial, a pesar de cierta diferencia política, por cuanto Augusto, lo llamaba pompeyano por ser Tito Livio ferviente admirador de Pompeyo en su lucha contra César, del que Octavio fue su vengador.
Livio comenzó a escribir su historia siendo ya muy adulto, quizás más de 30 años y lo sorprendió la muerte cuando escribía sobre el año 9 d C . La obra está dividida en libros que llegaron a sumar 142 y estos fueron agrupados cronológicamente por décadas por lo que se suele llamar "Decadas" Desgraciadamente sólo se conserva menos de una tercera parte, Sin embargo la obra puede entenderse en toda su extensión gracias a que han llegado hasta nuestros días trabajos abreviados de la obra original realizadas en el siglo II a de C. .
Es una obra muy parcial por cuanto transcribe sólo fuentes romanos y para cada tema sigue a un único autor pero fue sincero al reconocer las virtudes militares de Aníbal, el general Cartaginés que tuvo en vilo a Roma durante la segunda guerra púnica. Tampoco es un frío relato de anales, por el contrario incorpora —como buen discípulo de Cicerón— mucha retórica en discursos que pone en boca de personajes que es lo que más valoriza los libros.
Para algunos el verdadero valor de la obra es más literario que histórico. En verdad los discursos son reflexiones del autor que buscan explicar los hechos tal como los considera su espíritu romano, y la alta calidad retórica le dan fuerza de convencimiento. Aprovecha el respeto que se tiene de Aníbal en Roma y le hace decir cuando está a las puertas de la ciudad,
que no viene a aniquilar sino en busca de dignitas et imperium de Cartago en alusión a las lesiones de soberanía sufridas por Cartago tras la derrota de la primera guerra púnica.
La historia comienza en los orígenes, pero las guerras púnicas son las que absorben la mayor parte y de éstas, y es en la segunda en la que se explaya. De hecho, al tratar tan ampliamente esos acontecimientos sus protagonistas principales serán los Escipiones por cuanto muchos miembros de esta familia, de la gens Cornelia, dominaron la escena política durante estas guerras que fueron el punto de partida militar y económico del imperio. Casi todos los cargos políticos y militares tuvieron durante estas guerras algún Escipión. Varios murieron en los campos de batalla y dos miembros fueron los vencedores de Cartago en la segunda y tercera de las guerra púnicas.
Estos fueron Publio Cornelio Escipión el Africano vencedor de Aníbal en la segunda guerra púnica y su nieto adoptivo, Publio Cornelio Escipión Emiliano que fue el destructor de Cartago en la tercera. A éste, se le llamó el Segundo Africano y también Numantino por ser el que acabó con la heroica Numancia. Pero el Primer Africano no murió con la gloria del triunfador sino con el dolor de la calumnia de corrupto a un hermano, que el acompañaba en Oriente. El poder engendra muchos enemigos. Pero al margen de falsedad o verdad, observamos que el tema corrupción tiene su historia. El Segundo Africano murió asesinado.
Por fortuna, de los libros de la "Ab Rome Condita" que se conservan se encuentran los primeros, y en ellos, y a pesar de todas las críticas historiográficas, se puede leer y dejarse atrapar con el relato de la irrupción en la batalla por las Sabinas con la misma candidez que los hombres del antigüedad creían en las leyendas.
Fin.
Bibliografía:
Kovaliov, S.I. "Historia de Roma" T. II La República (2da. parte) Bs.As., Futuro, 1959.
Jones, A.H.M. "Augusto" Bs.As., Eudeba, 1974.
Grimal, Pierre. "El siglo de Augusto" Bs.As., Eudeba, 1960.
Livio, Tito. "Historia de Roma desde la fundación" "Anibal contra Roma" "Roma vence a
/ Cartago" Madrid, Planeta-DeAgostini, 1998. Traducción y notas de José Antonio Villar
/ Vidal. Biblioteca Clásica Gredos.
Selección y compaginación: Ernesto Del Gesso.
La historia de la Roma arcaica y antigua tiene en Tito Livio quizás el más clásico de los autores y es además, también el más clásico de esos historiadores antiguos que logran que su obra resulte para su pueblo, una epopeya nacional. Pero desde el punto de vista histórico las epopeyas nacionales no siempre aportan todo aquello que se espera de la historia, incluso sin la pretensión de plena objetividad.
Tito Livio nació en Padua entre el 64 y el 59 a C y murió en el 17 d C su origen no es aristocrático pero de familia pudiente y emparentada con la familia Druso. Fue profesor de los hijos del general romano Nerón Claudio Druso, el Germánico de los cuales uno de ellos, fue el futuro emperador Claudio que gobernó en nuestra era desde el 41 hasta su muerte en el 54. No hay duda de sus buenas relaciones incluso con la familia del emperador.
Augusto apreciaba y respetaba a Tito Livio por cuanto su obra resaltaba las virtudes del pueblo romano a través de su historia —que no eran las actuales y que el emperador se empeñaba en reconquistar, actitud rayana en la ingenuidad— quizás por esto fue el único historiador de la época que contaba con el patrocinio imperial, a pesar de cierta diferencia política, por cuanto Augusto, lo llamaba pompeyano por ser Tito Livio ferviente admirador de Pompeyo en su lucha contra César, del que Octavio fue su vengador.
Livio comenzó a escribir su historia siendo ya muy adulto, quizás más de 30 años y lo sorprendió la muerte cuando escribía sobre el año 9 d C . La obra está dividida en libros que llegaron a sumar 142 y estos fueron agrupados cronológicamente por décadas por lo que se suele llamar "Decadas" Desgraciadamente sólo se conserva menos de una tercera parte, Sin embargo la obra puede entenderse en toda su extensión gracias a que han llegado hasta nuestros días trabajos abreviados de la obra original realizadas en el siglo II a de C. .
Es una obra muy parcial por cuanto transcribe sólo fuentes romanos y para cada tema sigue a un único autor pero fue sincero al reconocer las virtudes militares de Aníbal, el general Cartaginés que tuvo en vilo a Roma durante la segunda guerra púnica. Tampoco es un frío relato de anales, por el contrario incorpora —como buen discípulo de Cicerón— mucha retórica en discursos que pone en boca de personajes que es lo que más valoriza los libros.
Para algunos el verdadero valor de la obra es más literario que histórico. En verdad los discursos son reflexiones del autor que buscan explicar los hechos tal como los considera su espíritu romano, y la alta calidad retórica le dan fuerza de convencimiento. Aprovecha el respeto que se tiene de Aníbal en Roma y le hace decir cuando está a las puertas de la ciudad,
que no viene a aniquilar sino en busca de dignitas et imperium de Cartago en alusión a las lesiones de soberanía sufridas por Cartago tras la derrota de la primera guerra púnica.
La historia comienza en los orígenes, pero las guerras púnicas son las que absorben la mayor parte y de éstas, y es en la segunda en la que se explaya. De hecho, al tratar tan ampliamente esos acontecimientos sus protagonistas principales serán los Escipiones por cuanto muchos miembros de esta familia, de la gens Cornelia, dominaron la escena política durante estas guerras que fueron el punto de partida militar y económico del imperio. Casi todos los cargos políticos y militares tuvieron durante estas guerras algún Escipión. Varios murieron en los campos de batalla y dos miembros fueron los vencedores de Cartago en la segunda y tercera de las guerra púnicas.
Estos fueron Publio Cornelio Escipión el Africano vencedor de Aníbal en la segunda guerra púnica y su nieto adoptivo, Publio Cornelio Escipión Emiliano que fue el destructor de Cartago en la tercera. A éste, se le llamó el Segundo Africano y también Numantino por ser el que acabó con la heroica Numancia. Pero el Primer Africano no murió con la gloria del triunfador sino con el dolor de la calumnia de corrupto a un hermano, que el acompañaba en Oriente. El poder engendra muchos enemigos. Pero al margen de falsedad o verdad, observamos que el tema corrupción tiene su historia. El Segundo Africano murió asesinado.
Por fortuna, de los libros de la "Ab Rome Condita" que se conservan se encuentran los primeros, y en ellos, y a pesar de todas las críticas historiográficas, se puede leer y dejarse atrapar con el relato de la irrupción en la batalla por las Sabinas con la misma candidez que los hombres del antigüedad creían en las leyendas.
Fin.
Bibliografía:
Kovaliov, S.I. "Historia de Roma" T. II La República (2da. parte) Bs.As., Futuro, 1959.
Jones, A.H.M. "Augusto" Bs.As., Eudeba, 1974.
Grimal, Pierre. "El siglo de Augusto" Bs.As., Eudeba, 1960.
Livio, Tito. "Historia de Roma desde la fundación" "Anibal contra Roma" "Roma vence a
/ Cartago" Madrid, Planeta-DeAgostini, 1998. Traducción y notas de José Antonio Villar
/ Vidal. Biblioteca Clásica Gredos.
Selección y compaginación: Ernesto Del Gesso.
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